La inmigración judía durante la época del Holocausto se hizo difícil porque antes de 1933 las puertas de diferentes países empezaron a restringirse por depresión económica, y después de 1933 se restringieron aún más por antisemitismo, resultando en una fobia anti-inmigratoria. Entre 1918 y 1933 las puertas de Latino América estaban abiertas a la inmigración judía y a la inmigración en general, pero desde 1933 hasta 1945 solo se permitió la entrada de unos 84,000 refugiados judíos.
En Chile las circunstancias fueron diferentes. La elección presidencial a fines de 1938 cambió la historia de Chile. El presidente elegido, Pedro Aguirre Cerda, abrió la puerta a los refugiados, mientras otros países la cerraban. Su triunfo se debió al voto de los Nacis chilenos en circunstancias increíbles. Al final de su existencia los Nacis de Chile al mando de su jefe Jorge González von Marées criticaron la furia antisemita alemana y a los alemanes chilenos y a sus descendientes en Chile por no incorporarse al país en el que ya habían residido por tres generaciones. Nuestro pequeño Chile aceptó entre 13,000 y 15,000 judíos en los años del Holocausto.
Los inmigrante judíos, a quienes se les culpó de quitarles el trabajo a los chilenos, contribuyeron con nuevas industrias y métodos, fabricaron productos que antes debían importarse, ahorrando divisas a Chile.
Palabras clave:
Inmigración Judía Alemana a Chile, Holocausto, Alemania Nazi, Pedro Aguirre Cerda y la inmigración, Nazismo, Judíos en Chile.
Goldschmidt, E. (2016). Inmigración judía a Chile desde la Alemania Nazi. Cuadernos Judaicos, (33), 116–147. https://doi.org/10.5354/0718-8749.2016.44689